Cartas a Houston

Como se ama en silencio?
como se besa en silencio?
como hacer el amor si no estas tu?
Es tu suave recuerdo
lo que embellece esta vida triste.

Tu nombre me llegó como agua fresca, con mañanas de sol y lluvia.

Llegó con los aromas que deja a su paso el silencio floral
de cielo y mirra, llegó y se quedo aquí conmigo, con tus pechos de abril
y besos del ultimo día de nuestras vidas.

Aferrado a tus brazos como tablones salvavidas, con dolencias
añejas ancladas a la espalda y esperanzas marchitas ú olvidadas.

Así llegaste tú
con tu nombre de isla etérea,
belleza salina y perfumada
en aromas de tierras lejanas.

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Esta no es una carta, es deseo contenido
entre gramáticas, es el beso robado en lejanía,
es apetito ardiente por tu cuerpo
disfrazado entre palabras.

Es la búsqueda de tu lengua oponente de mis labios,
es tu pecho desnudo al cobijo de mis manos,
es tu cuello y espalda que esconden los deseos,
es tu sexo furtivo que presiente mi llegada,
es el infierno finito que se yergue entre dos almas, dos cuerpos y una sola distancia.

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Extraña arte la de apaciguar el fuego,
cuando tu cabello inunda mi deseo
y tus piernas son el lastre mas querido
mas amado, mas deseado.

Son las llamas de tu cuerpo
las que funden en amorosa alquimia
los anhelos de materia,

Son tus senos desnudos el crisol
donde toda bestia se convierte en hombre,
donde los deseos mas bajos son iluminados por el espíritu,
y donde se vuelve imposible no creer en Dios.

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Déjame atravesar tu océano de alabastro,
tu cuello de sirena adormecida,
callar tus palabras en vendavales húmedos de viento y labios,
llegar a buen puerto y encallar las naves en tu sexo embravecido,
quemar los barcos para no salir a mar abierto,

Como fieros bucaneros, dejaré que mis manos
abarquen tu pecho al abordaje, filibustero al fin,
el tesoro de tu belleza encontrada es botín de guerra.

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Tu regreso será una noche tranquila de susurros al oído,
de besos cómplices, de caricias que arrancan suspiros,
noche de cuerpos desnudos a resguardo de la oscuridad y la fortuna,
de amores que pueblan la tierra en los albores de la madrugada.

Fin.