jueves, febrero 02, 2006

De calles. . .


De calle y avenidas esta llena mi carne, del olor que se desprende de penas disfrazadas, vagabundas; de lagrimas contenidas en ojos pasajeros, de recuerdos paseantes de autobús, de la sensación que deja la conciencia de que nuestra vida es una mierda,
y claro, de la soledad que no huele ni se siente, solo se percibe su sabor entre los dientes, la lengua y el corazón.